AMOR
CLANDESTINO
ANTES…
Carina: No puedo ver?
Sebastián: No, hasta que
yo te diga
Carina: Mmm…bueno (dijo
sonriendo, mientras Sebastián le tapaba los ojos y le indicaba el camino) ya
llegamos?
Sebastián: Falta poco...un
poquito más…listo, llegamos
Carina: Quiero ver
(ansiosa)
Sebastián: (saca las manos
de sus ojos lentamente mientras observa la mirada asombrada de Carina)
Bienvenida a Paris…mi amor (dijo sonriéndole con ternura).
CONTINUACIÓN…
Carina al abrir los ojos y
encontrarse con semejante maravilla frente a ella simplemente no podía creerlo,
era demasiado hermoso para ser cierto. Realmente Sebastián se había encargado
de que todo quedara perfectamente alistado. Había estado en cada detalle para
hacer de aquella velada de reconciliación, la más romántica de sus vidas.
Aún más para ella, su
mujer, su amor…quería hacerle pasar una noche inolvidable, que los reconfortara
amorosamente más que antes, y así pudieran tener una relación sana y esta vez
sin traiciones, ni rencores, ni nada que pudiera arruinar tanto amor.
La reacción de Carina fue
sonreír a más no poder, y que una pequeña lagrimilla brotara de su ojo
izquierdo por tanta felicidad.
Sebastián: Y…? te gustó?
(sonriendo)
Carina: (casi sin
palabras) No…no sé qué decir (emocionada) me encanta, me fascina! (dijo feliz)
Sebastián: (ríe) Me alegro
tanto! (dijo feliz) todo esto es para vos amor, para que disfrutemos juntos de
esta noche tan especial (sonríe)
Carina: Gracias…gracias mi
amor te amo (se acerca y lo besa) no puedo creer que hayas preparado todo esto
para mi
Sebastián: Creelo…es todo
para vos, (sonríe) lo hice porque te amo, y porque te lo mereces
Carina: Gracias otra vez
(sonríe emocionada)
Sebastián: De nada mi
amor, ahora basta de lágrimas y disfrutemos de la cena que se va a enfriar
Carina: Dale (sonríe)
Sebastián: (la toma de la
mano y la encamina hacia la escalera del balcón donde se encontraba la mesa en
la que cenarían.
En medio de un gigante
parque fuera de la casa, rodeado de mucho verde y acompañado por una lujosa pileta
iluminada por unos 10 faros de neón azul a su alrededor).
La mesa tenía un blanco
mantel de seda, y los cubiertos eran de plata. Alrededor de la mesa estaba
repleto de pétalos de rosas rojas, junto con un ramo que había en el centro.
Los pétalos formaban un
camino desde el living, luego la escalera, y así hasta la mesa que se
encontraba en el amplio balcón con vista a un cielo raso y enorme, repleto de
estrellas conformando galaxias, y la luna…más grande y más brillante que nunca.
Era como si todo hubiera sido perfectamente planeado para ellos dos, como si
hasta la naturaleza se hubiera puesto de acuerdo para hacer que esa noche fuera
la más especial para ambos…y que no la olvidaran nunca.
En el balcón todo estaba
ambientado a lo francés. Los adornos, el aroma, la vista, y hasta la
comida…Realmente parecía que verdaderamente se encontraban en París.
Carina: No me canso de
mirar todo (asombrada mirando a su alrededor) estuviste en cada
detalle…todo…(decía sonriendo)
Sebastián: Me pone feliz
que te haya gustado tanto, realmente era lo que quería…
Carina: Esta vez te
esmeraste por demás, me sorprendiste eh
Sebastián: Soy bueno
sorprendiendo (le hace una guiñada algo vanidoso)
Carina: Ay ya se te subió
el ego negro, no podes con tu genio (dijo riendo)
Sebastián: Jajaja es tu
culpa rubia
Carina: Mi culpa? Yo no
tengo la culpa de que seas un egocéntrico del carajo, pero así te quiero (se
acerca y lo besa con pasión)
Sebastián: Y yo también te
quiero así, histérica y loca como sos (dijo riendo y luego continuó el beso que
ella había comenzado) Bueno comamos que se enfría (dijo frenando el beso)
Carina: Mm a ver, qué
preparaste?
Sebastián: (Destapa una
fuente típica de restaurante lujoso y le sirve) Probá
Carina: A ver…(dijo
comiendo un poco) Está riquísimo amor, también hiciste esto? (dijo sorprendida)
Sebastián: Si…yo y el
restaurante francés de San Isidro (ríe)
Carina: (ríe) Me parecía
que era demasiado bueno para ser cierto (continúa riendo)
Sebastián: Que exagerada
che, está bien, no sabía cocinar comida francesa por eso pedí una ayudita, pero
lo demás es toda obra mía che (hace puchero)
Carina: Jajaja lo sé amor,
te estaba jodiendo, me encanta todo lo que hiciste por mí, sos un dulce
(dándole un piquito)
Sebastián: Mmm está bien,
no tenes nada que agradecerme, todo por vos (la besa)
Carina: (Le sonríe) Vamos
a ver qué tal está esto
Sebastián: Y faltaba el
vinito…(le sirve media copa)
Mientras Carina y
Sebastián estaban disfrutando más que nunca de aquella hermosa velada, Sol se
encontraba fuera de la casa, haciendo hasta lo imposible para que Ivana no los
descubriera.
Sol: Ivana…no es de forra
pero te dije que es una cena entre hermanos y padres nada más, queríamos un
poco de intimidad, por eso no te invitamos, ni a vos ni a la esposa de Diego,
ni a Segundo, ni a nadie.
Ivana: Eso lo entiendo,
pero por qué Sebastián no me avisó que tenían una “cena” (dijo haciendo las
comillas)
Sol: Y…no sé, que se yo,
las cosas entre él y vos no están muy bien que digamos, quizás por eso no te
dijo, pero tampoco es la gran cosa como para que te pongas así.
Ivana: Bueno pero de todas
formas, siento que me estás echando de acá, y eso…es demasiado raro (dijo
observando el lugar)
Sol: Yo echándote? Nada
que ver Ivana, solo te estoy diciendo que es algo íntimo, nada más, pero te
empecinas en quedarte a toda costa. Mirá…yo sé que las cosas con Sebastián no
van muy bien, y sé que quizás quieras controlarlo, o vigilarlo, o lo que sea,
pero eso no está bien…y menos delante de su familia. Si seguís asfixiándolo y
hostigándolo como lo estás haciendo vas a lograr que a Sebastián le chupe un
huevo todo y te largue a la mierda (siendo sincera).
Ivana: Eso no va a ser así
(dijo enojada)
Sol: Es lo que vas a
conseguir con esas actitudes que tenes, tranquilizate un poco, andá a tu casa y
buscá a los nenes, que seguramente los dejaste en la casa de alguna amiga
Ivana: Vos no me vas a
decir lo que yo tengo que hacer me escuchaste? Creo que por ser hermana de mi
esposo te estás tomando muchas atribuciones que no te corresponden (dijo ya
furiosa)
Sol: No entendés nada
Ivana, estoy tratando de que entiendas que todo está bien, que no hace falta
que andes atrás de Sebastián como si fuera un nene porque no es así, dejalo ser
Ivana: Mirá…yo me voy a
ir, pero que te quede claro que esto no va a quedar así, vos ya te metiste en
mi camino como una enemiga más…y de eso no hay vuelta atrás
Sol: (sorprendida) Yo no
soy tu enemiga Ivana, qué decís?
Ivana: Hasta luego…(dijo
enojada, subiendo a su auto nuevamente, y volviendo a su casa)
Sol: Dios, esta mina cada
vez más loca (dijo suspirando de alivio)
Una vez que Ivana se va,
Sol saca su celular y le envía un mensaje de texto a Sebastián, avisándole lo
que había ocurrido pero que ya no había de qué preocuparse.
Carina: Pasa algo? (dijo
observando a Sebastián leer con atención el mensaje de Sol)
Sebastián: No no, nada
importante amor (sonríe y apaga el celular más tranquilo después de la ayuda de
Sol) Bueno ahora sí, disfrutemos de esta cena en paz y armonía (dijo mientras
sonreía)
Carina: Por supuesto
(sonríe contenta)
Así se quedaron cenando
muy placenteramente los dos, disfrutando de una magnífica noche que los
acompañaba, junto a aquella luz de luna pura y natural que hacía de la velada
única y romántica.
Pasó alrededor de una hora
e Ivana estaba en su casa, dando vueltas y vueltas cual gato enjaulado. Sin
saber qué hacer o pensar.
Realmente entre la llamada
de Laura su confidente, y los dichos de Sol su cuñada no sabía que pensar,
verdaderamente Sol estaba mintiéndole? O quizás Laura se había equivocado al
oír aquella conversación?...Tal vez había escuchado bien pero Sebastián había
decidido posponer la cena con Carina para juntarse con su familia, ya que Sol
parecía muy sincera en aquel momento. Su cabeza era un enriedo. Pero optó por
quedarse esperando en su casa y no hacer nada sin estar segura, para dejar que
las horas depararan lo que tuviera que hacer o no hacer después.
Carina y Sebastián ya
habían terminado de cenar, y también de comer el postre. Se encontraban muy
placenteros charlando sobre ellos y todos los planes que tenían juntos.
Carina: Riquísimo el
postre, cómo es que se llamaba?
Sebastián: Creme Brule,
típico postre francés (sonríe)
Carina: Ahhh, pero como
sabes de gastronomía francesa por favor, que cultura mi amor (dijo riendo)
Sebastián: Jajaja no te me
burles rubia, algo sé (le hace una guiñada)
Carina: Pero si no me
burlo (ríe) al contrario, me gusta…me gusta que sepas tanto (se muerde el labio
inferior)
Sebastián: Aya, no te
muerdas el labio así por dios (dijo poniéndose loquito)
Carina: (Sentada desde su
lugar, se acerca un poco hacia él) Por qué no? (provocándolo)
Sebastián: Porque sabes
cómo me pongo cuando haces eso (mirándola fijo)
Carina: Qué cosa?
(haciéndose la desentendida y volviéndose a morder el labio)
Sebastián: Eso…eso…(dijo anonadado)
Carina: Esto? (haciéndose
la boba) ay pero yo pensé que te gustaba (dijo inocentemente)
Sebastián: Claro que me
gusta, me encanta, pero me vas a hacer que te tire arriba de la mesa ya mismo y
arruine el resto de la sorpresa entendés, porque no me aguanto, sos hermosa
(dijo bastante calentito)
Carina: (ríe) Apa…como
estamos eh, vos sos hermoso (susurrándoselo en los labios)
Sebastián: Como sos
eh...te gusta provocarme rubia (meciendo la cabeza hacia los lados como
diciendo “sos tremenda”)
Carina: Jajaja bueno
basta, así que todavía queda algo de la sorpresa?
Sebastián: Si…queda algo
más, que te lo voy a mostrar ahora
Carina: Mmm…ahora? no
puede ser enseguida? Mirá que recién acabamos de comer y no hicimos la
digestión, dicen que después de comer hace mal (haciendo un gesto ingenuo)
Sebastián: Jajajajaja pero
que mal pensada de mierda que sos eh, dios mío! (dijo riendo)
Carina: Yo mal pensada?
Vos sos el que insinúa obscenidades (dijo riendo, haciéndose la indiferente)
Sebastián: Yo? Jajaja me
refería a otra cosa Carinita de mi corazón, es otra sorpresa, eso…más tarde te
lo muestro si queres, ahora no seas golosa (dijo bromeando)
Carina: Jajajaja callate
estúpido (dijo sonrojada)
Sebastián: (ríe) Bueno
hablando enserio, necesito que me acompañes abajo hasta el living, y yo
mientras voy a estar en el parque esperándote, si?
Carina: Ehh…si, pero qué
tengo que hacer en el living? No entiendo (curiosa)
Sebastián: Cuando estemos
allá te explico (le hace una guiñada) vamos? (extendiéndole la mano)
Carina: Vamos (sonríe)
Carina y Sebastián bajan
del balcón, y Sebastián la acompaña hasta el living, donde arriba de uno de los
sillones había una caja de color fucsia.
Carina: Y eso? (dijo
observando la caja)
Sebastián: Abrila (sonríe)
Carina: A ver…(Dijo entusiasmada,
como cualquier persona que está a punto de abrir un regalo. Al abrirla se
encuentra con un hermoso traje de baño de color azul marino, con una voluptuosa
parte de arriba para sus grandes pechos.) Y esto? (dijo sonriendo)
Sebastián: Es para que lo
uses ahora, lo vas a estrenar conmigo (pícaro)
Carina: Ahora? (ríe) estás
loco (mirando el traje)
Sebastián: Por supuesto
que si, dale, andá y cambiate en el baño que yo te espero en el parque al lado
de la pileta
Carina: Pero…(interrumpe)
Sebastián: Sin peros, dale
amor…te va a quedar muy sexy (besándola y retirándose al parque)
Carina: Dios mío, este
hombre está cada vez más loco (dijo sonriendo y mordiéndose el labio inferior)
Y así Carina se dirigió al
baño y se predispuso a sacarse la ropa y ponerse aquel traje de baño que
Sebastián tanto ansiaba que usara.
Una vez lista se soltó el
cabello y lo alocó un poco, para verse más casual. Luego se acercó al espejo y
se observó unos momentos…
Carina: Bueno…para ser
hombre y no tener idea de cómo vestir a una mujer tengo que decir que se lució,
me queda perfecto, y el color me encanta (dijo sonriéndose así misma)
Después de eso salió del
baño con una bata en mano que allí encontró, y se dirigió al parque trasero
donde Sebastián la esperaba.
Caminó unos pasos más y
allí lo vió, ya listo con su pantalón de baño puesto, recostado en una de las
reposeras que habían. Cuando la vió su primera reacción fue embobarse por
completo, en su vida había visto mujer más bella que esa. Con ese traje de baño
azul que había elegido a la perfección, y que le asentaba tan bien con su color
de piel blanca aterciopelada, y ese rubio oro en el cabello. Simplemente
parecía una sirena recién salida del mar.
Sebastián: Mi amor,
estás…divina (dijo mirándola de arriba abajo)
Carina: Te gusta?
(sonriendo)
Sebastián: Me fascina,
estás demasiado sexy, que no te vaya a ver alguien más porque así como estás te
violan, así sea en la playa (dijo celoso)
Carina: (ríe) Pero que
exagerado che jajaja
Sebastián: Es la verdad,
sos bellísima
Carina: Bueno gracias,
igual es tu mérito, vos elegiste el traje
Sebastián: Si pero quien
lo usa sos vos, vos lo haces hermoso
Carina: Gracias…(sonríe
tierna)
Sebastián: De nada
(sonríe) bueno venis? (dijo extendiéndole la mano)
Carina: Mmm si (dijo
acercándose)
Sebastián: Dejá la bata
ahí, ahora no la vas a necesitar
Carina: (deja la bata
sobre la reposera y se queda mirando a Sebastián a la expectativa)
Sebastián: Vos primero y
después yo, yo primero y después vos, te tiro yo o…nos tiramos juntos? vos
elegís (pícaro)
Carina: Mm…no sé, primero
tengo que ver si el agua está lo suficientemente a temperatura ambiente como
para tirarme, sino me cago de frío y no quiero, después me enfermo y quién
compra los remedios? Carina (mientras se encontraba de espaldas palpando la
temperatura del agua y continuaba excusándose para no meterse de una, Sebastián
se acerca sigilosamente y la toma por detrás, haciendo exaltarla un poco)
Carina: Qué haces?
(sintiendo los firmes brazos de Sebastián sobre su cintura)
Sebastián: Sos demasiado
lerda para elegir amor, pero no te preocupes…ya decidí por vos (dijo sonriendo
pícaramente, luego de apretarla contra él y lanzarse a la pileta así como
estaban, abrazados, juntos como él le había propuesto, mientras se escuchaba de
fondo un grito de Carina de pura adrenalina).
Una vez en la pileta, los
dos abajo del agua se reencuentran cuerpo con cuerpo, mirada a mirada. Y al
verse tan cerca y tan complementados el uno con el otro, no pudieron evitar el
deseo de besarse…así como estaban, aguantando la respiración bajo el agua, y
dándose el beso más romántico que podrían haberse dado.
Disfrutaban de sus húmedos
labios mutuamente.
Después de aquel acto de
amor, se reincorporaron en la superficie y se quedaron mirándose unos segundos,
que para ellos fue una completa eternidad.
Sebastián: Te amo mi
amor…y te prometo que esta vez voy a luchar contra todo y contra todos por
nuestro amor, no voy a dejar que Ivana ni nadie se meta en el medio y arruine
esto tan hermoso que tenemos, porque nos amamos…y te juro que esto junto con
mis hijos son lo más importante que tengo en la vida…
Carina: (emocionada por
aquellas palabras) Gracias amor…gracias por esto y por todo, y también te
prometo que voy a luchar por vos, por mi, por nuestros hijos, y por este amor
que nos da vida…que nos alimenta…que nos hace fuerte a los dos, porque te amo…y
sos lo único que quiero para mí en mi vida (sonríe llorando) te amo…
Sebastián: Yo más (sonríe
feliz, mientras se funden en un beso apasionado y repleto de amor, los dos
abrazados y completamente acurrucados el uno con el otro, demostrando lo mucho
que se habían necesitado todo ese tiempo…y lo mucho que se seguían amando, tal
como el primer día en que se miraron a los ojos.
Y así fue…como disfrutaron
de aquella mágica reconciliación, que los uniría a los dos tal vez no para
siempre, ya que existirían discusiones como en cualquier pareja habitual, pero
sí por mucho tiempo…ya que a pesar de cualquier discusión o tontería, su amor
era más fuerte que cualquier obstáculo que se les interpusiera, y siempre
terminarían así…amándose desgarradoramente con el alma.
CONTINUARÁ…