¿Qué te parece Amor Clandestino?

sábado, 13 de julio de 2013

"MÁS QUE AMIGOS" PARTE 2

“MÁS QUE AMIGOS” PARTE 2


ANTES…

Sebastián: (sonríe y se levanta de su lado y le dice) eh…te voy a preparar un café, te vas a sentir mucho mejor (quiso dirigirse a la cocina pero Carina lo detuvo)
Carina: no no…esperá no te vayas, no me dejes sola (le había agarrado la etapa de “mimositis aguda”)
Sebastián: qué pasa? (preguntó confundido)
Carina: quedate conmigo…por favor…(pidiéndoselo de una forma en la cuál Sebastián para nada podía rechazarla, solo se quedó embobado mirándola)

CONTINUACIÓN…

Sebastián: eh…no creo que esté bien que me quede
Carina: por qué no? somos amigos (dijo provocándolo)
Sebastián: si ya lo se pero…vos no estás del todo sobria, estás en pedo Cari (dijo mirándola)
Carina: y eso que tiene que ver? A caso no podés quedarte como amigo? (mirándolo atentamente a sus ojos)
Sebastián: no es eso, es que…(interrumpe)
Carina: tenés miedo, eso pasa
Sebastián: miedo de qué? (preguntó confundido)
Carina: miedo a que te viole (dijo riendo tentada)
Sebastián: jajajaja sos una boluda, ves que no estás sobria? Hablás pelotudeces Cari jajaja
Carina: jajaja puede ser…pero es cierto, igual…quedáte tranquilo que no te voy a hacer nada eh, palabra (dijo levantando como pudo la mano derecha)
Sebastián: jajaja bueno basta, ahora tenés que descansar
Carina: no tengo sueño Sebastián, me tomé todo, la cabeza se me explota, tengo náuseas, y vos querés que duerma? (dijo agarrándose la cabeza)
Sebastián: y bueno señorita, lo hubiera pensado antes de pegarse semejante pedo (dijo riendo)
Carina: ai no grites…la cabeza se me estalla (frunciendo los ojos)
Sebastián: no estoy gritando, hablo normal jaja
Carina: entonces por qué todo da vueltas (decía mirando a su alrededor bastante descompuesta)
Sebastián: es tu cabeza boba (dijo riendo)
Carina: ui no, creo que voy a lanzar (dijo corriendo al baño y cerrando la puerta rápidamente)
Sebastián: ufff (dijo quedándose sentado en la cama) vos tranquila! (le dijo afuera del baño) voy a hacerte un café y a traerte un tafirol para el dolor de cabeza (dijo yendo a la cocina)

Preparó el café rápidamente, tomó un tafirol de la heladera y se lo llevó a Carina a la habitación. Cuando entró vió que Carina aún seguía en el baño.

Sebastián: Cari…estás bien?
Carina: si, ahí salgo (dijo presionando el botón del baño)
Sebastián: ok (en eso sale Carina del baño caminando lentamente hasta la cama, con menos cara de palidez… ya que devolver le había hecho bien)
Sebastián: te ves mejor
Carina: si…me siento un poco mejor, aunque todavía me duele la cabeza…y sigo en pedo, te confieso…(dijo riendo)
Sebastián: jajaja bueno mirá tomate esto con el café, así se te pasa el dolor de cabeza (pasándole la taza de café con el tafirol)
Carina: está bien (dijo tomándose la pastilla rápidamente)
Sebastián: con eso te vas a sentir mejor (le hace una guiñada)
Carina: gracias (sonríe)
Sebastián: de nada (sonríe) bueno ahora tenés que acostarte y tratar de descansar, te va a hacer bien
Carina: está bien…(de mala gana) a ver…me pasás el pijamas que está en el primer cajón del ropero? Por favor (agarrándose de la cabeza)
Sebastián: si (toma el pijamas, lo observa un momento y luego se lo pasa)
Carina: (intentó sentarse en la cama para poder colocarse el pijamas pero el dolor de cabeza no la dejó, realmente estaba muy mareada y sentía que la cabeza le estallaba en cualquier momento)
Sebastián: mierda estás mal eh…te duele mucho? (preguntó preocupado)
Carina: si...(dijo tomándose de la cabeza)
Sebastián: a ver dejame, yo te ayudo (dijo mientras ella se tiró nuevamente a la cama sin poder sentarse, y Sebastián cuidadosamente comenzó a quitarle la ropa)

Primero le sacó la camisa de seda transparente, fue desprendiendo uno a uno los botones con infinita paciencia, encontrándose con una silueta extremadamente sexy, ya que Carina tenía puesto un provocativo brasier color azul de encaje, y él no pudo evitar quedarse embobado viéndola. Pero sabía que debía controlarse, por dios era su amiga!
Una vez que le quitó la camisa, siguió por su pantalón…la parte con la que más le costaría mirarla con ojos de “amigo”, pero debía hacer un esfuerzo, no podía sobrepasarse con ella, no quería perder aquella hermosa amistad que los había unido desde aquella vez en Franco Buenaventura, y que la fortalecieron desde el primer día en Dulce Amor, realmente no quería perderla…pero los impulsos lamentablemente estaban por traicionarlo.
Colocó sus manos temblorosas en la cintura de Carina para poder comenzar a desprender los botones del pantalón, y comenzó a bajarlo con cuidado, rozando diminutamente la piel de Carina…aquella piel tan suave y sedosa, casi aterciopelada, palpando la temperatura de su cuerpo…la frialdad de sus muslos. Mientras más bajaba, más torpe se sentía, ya que al sentir el cuerpo de Carina entre sus manos lo estaban haciendo enloquecer lentamente, y no podía evitar mirarla con deseo…con ganas de olvidarse de ser su amigo y poseerla en ese mismo instante, pero no podía…no debía…el pudor nuevamente lo traicionaba, los nervios sobrepasaban sus expectativas, y Carina a pesar de estar algo “inconsciente” lo notó de inmediato.

Carina: qué pasa? (sintiendo el temblor y el sudor de sus manos)
Sebastián: nada nada…(nervioso) por qué?
Carina: estás temblando (dijo abriendo sus ojos con cuidado y mirándolo a la cara)
Sebastián: yo temblando? Nada que ver, te habrá parecido (mintiéndole)
Carina: mentira, estás nervioso…lo siento (continuaba mirándolo)
Sebastián: no es eso Cari (tratando de no mirarla a los ojos, mientras Carina yacía en la cama completamente en ropa interior…con su frágil y delicado cuerpo cuál doncella angelical)
Carina: entonces qué es? decime…(esperando respuesta)
Sebastián: no puedo no…(tragando saliva, los nervios lo carcomían) va a ser mejor que me vaya (dijo acobardándose, y levantándose de la cama rápidamente)
Carina: se te olvidó ponerme el pijamas…sola no puedo (dijo mirándolo intensamente a los ojos)
Sebastián: ehh…(no podía quitarle la mirada de encima) está bien, pero después me voy (se acercó a la cama nuevamente, tomó el diminuto camisón, ella se sentó lentamente en la cama y él le dijo que alzara los brazos, ella obedeció…y seguido de eso Sebastián le colocó el camisón, otra vez topándose con su piel…con la suavidad de aquella piel que lo hacía delirar, que hacía que se borrara de su mente la razón, el pudor, los prejuicios…todo aquello que pudiera incitarlo a que se fuera de esa habitación y volviera a su casa con su esposa, simplemente bloqueaba su razón por completo, y él para nada podía evitarlo.)
Carina: (observaba como Sebastián le colocaba el camisón y como la rozaba torpemente, sentir las manos de Sebastián sobre su torso realmente la estaban haciendo enloquecer, solo quería que por esa noche se borrara el mundo entero y pudieran hacer lo que en ese momento sentían…lo que sus cuerpos pedían a gritos…AMARSE)

Pero Carina tenía en claro que con Sebastián eran muy buenos amigos, que nada podía pasar entre ellos, sabía que quizás el alcohol estaba atrofiando su razón…su pensar…y no estaban dejando que ella hiciera lo que se debía, que hiciera las cosas bien. Sabía que no estaba sobria y quizás eso era lo que la estaba llevando a provocar a Sebastián de aquel modo, sería solo eso?...

Carina: (seguía estremeciéndose con cada rose de Sebastián…y en un momento le dijo) no sé qué me pasa, pero te siento…te siento (dijo mientras su pulso y su respiración comenzaban a agitarse)
Sebastián: (la miró, tragó saliva, y le dijo) yo tampoco sé que me pasa…pero quiero sentirte…(ultimó)
Carina: (lo miró…y esbozó una pequeña sonrisa)
Sebastián: (se puso ante ella nuevamente, y poco a poco comenzó a sacarle el camisón que segundos antes le había colocado, una vez en ropa interior nuevamente…la observó unos segundos, la contempló…admirando cada porción de su cuerpo, deseando esa belleza implacable que poseía, anhelándola completamente en cuerpo y alma, simplemente quería plasmar sus deseos en su cuerpo…en ese cuerpo…)

Luego de sacarle el camisón comenzó a acariciarla suavemente, con dulzura…con delicadeza, cuidándola como si fuera un frágil diamante. Y seguido de eso Carina le sacó la camisa en un abrir y cerrar de ojos, luego el pantalón…quedando en bóxer. Una vez alistados los dos, él se acercó despacio a su cara…contemplando sus labios como nunca lo había hecho, colocó su dedo pulgar en la parte extrema de su labio inferior y lo acarició con dulzura, deseando comerle la boca en aquel preciso instante.
Ella lo miró anonadada, perdiéndose en su mirada, dejándose llevar por cada hazaña que él le ocasionaba. Sus ojos brillaban cual diamantes en el cielo, exánimes, pasivos…suplicantes de placer, pidiendo a gritos tenerlo sobre ella tan solo una vez…
Sebastián no quiso esperar ni un segundo más…y se fundió en aquellos labios que había contemplado tantas veces viéndola solo como una “amiga”…un fruto prohibido, alguien INALCANZABLE…Pero aquello era real…ese beso era real…sus deseos ya no se basaban en fantasías...porque al momento que comenzó a besarla cayó en la cuenta de que todo era la magnífica realidad.
Aquel beso duró unos largos minutos, se degustaban con ternura y clemencia…hasta que los dos se separaron para poder mirarse a los ojos nuevamente, y así poder descubrir entre destellos y miradas qué es lo que deseaba cada uno, ya que con solo mirarse podían conocer los deseos y pensamientos de su mente.
Sebastián le colocó una mano en su rostro, le sonrió perplejo…una sonrisa contestada por ella inmediatamente…y en ese momento supo que estaba dispuesto a todo, al igual que ella.
Volvió a besarla…pero esta vez la delicadeza había abandonado sus labios para darle la bienvenida a la pasión desinhibida que lo habitaban por dentro, así comenzó a besarla con pasión…con desesperación…saciando todo el ardor y el deseo en sus labios. Luego bajó su mirada deteniéndola en su cuello, emprendiendo un viaje fantástico que comenzó en el lóbulo de su oreja…
Bajó en dirección a su cuello, el cual besó y lamió con infinito deseo, hasta llegar a la majestuosidad de sus pechos…deleitándose con solo mirarlos. Le levantó un poco la espalda y con extrema habilidad le desprendió el brasier…quitándole el push up, y quedándose anonadado ante semejante belleza escultural.
Claro estaba no pudo resistirse a eso…así que bajó en torno a sus pechos para lamerlos un momento, y jugar con ellos…, luego los apretujó un poco, pero en la medida perfecta para que ella pudiera comenzar a entrar en calor. Eso funcionó perfectamente ya que Carina al sentir la contracción de los dedos de Sebastián en sus pechos no pudo evitar dejar salir de ella un leve gemido…incitándolo así, a seguir con la maniobra.
Sebastián al escuchar esos pequeños gemidos que Carina dejaba salir de ella no pudo evitar sonreír, sorprendiéndose de la voz tan sensual y orgásmica que tenía “su amiga”.
Así continuó apretujándole y masajeándole los pechos, mientras comenzó a bajar besando su vientre, lentamente…poco a poco…hasta llegar a su parte más sensible, su feminidad, lo que lo estorbaba ya que aún llevaba puesta su bombacha. Así de un momento para el otro colocó sus dedos en la cadera de Carina y le bajó lentamente aquella porción de ropa que impedía que él pudiera hacer realidad sus deseos en ella. Cuando finalizó con la obra pudo contemplarla en cuerpo entero…como Dios y la naturaleza la habían traído al mundo, así…con esa belleza imperial que lo desorientaban por completo.
Sin más que pensar se sacó el bóxer rápidamente, y mirándola nuevamente a los ojos para asesorarse de que los dos realmente deseaban lo mismo, la embistió con fuerza…haciendo que ella soltara una seguidilla de gemidos en tan solo milésimas de segundos.
Así continuó con aquel acto de pasión, mientras los dos no hacían más que disfrutarse mutuamente, en ese momento nada les importaba…ni la gente, ni los medios, ni sus pensamientos, ni su amistad misma…solo el deseo y el placer que los envolvía.
Sebastián paró solo un momento, para volverla a mirar…ya que amaba con el alma hacerlo, desestresarse en su mirada…y con delicadeza la tomó de los brazos colocándolos hacia arriba, dejándola completamente sin movilidad alguna, y contemplándola le dijo…

Sebastián: no sé que pase después de esto…pero estoy seguro que esto va a quedar grabado en mí para siempre (dijo hiperventilado)
Carina: (decidió no contestar a aquella confesión, solo le regaló una hermosa sonrisa como respuesta)
Sebastián: (entendió perfecto aquel gesto y la besó son pasión para fundirse en ella nuevamente).

Las horas de la noche pasaron, y la mañana junto con un imponente sol habían llegado…deslizando sus resplandecientes y luminosos rayos sobre el rostro de Sebastián, quién comenzó a despertarse lentamente…y por instinto lo primero que hizo fue palpar el otro lado de la cama para ver si estaba Carina pero se encontró con solo sábanas, y una almohada desierta y fría…por lo que calculó que hacía largo rato ella ya no estaba allí.
Sorprendido se reincorporó en la cama rápidamente, y refregándose los ojos miró hacia su alrededor, Carina no estaba ahí, ¿Se habrá ido? ¿Me dejó solo? Pensó por un momento…
Se sacó de encima las sábanas que envolvían la mitad de su cuerpo y se colocó el bóxer y el pantalón para ver donde se encontraba Carina.
Se dirigió a la cocina y se encontró con Carina en camisón, sentada en la mesa, sus manos posicionadas en la taza de café que estaba tomando, y su mirada gacha…
Sebastián al verla así se sorprendió, ya que ella no lo había escuchado llegar, o al menos aparentaba no haberse dado cuenta.

Sebastián: hey…buenos días (dijo sonriendo)
Carina: Buen día (dijo fríamente)
Sebastián: (le pareció extraña la frialdad en su voz, y así y todo se acercó para darle un beso en los labios de buenos días, pero ella se levantó rápidamente con la taza en mano) qué pasa…(dijo descolocado) estás bien? (preguntó confundido)
Carina: si, estoy bien, solo…no te acerques (dijo mirándolo seriamente)
Sebastián: pero…por qué, qué te pasa? (no entendía su reacción)
Carina: qué me pasa? Lo de anoche me pasa (dijo seria)
Sebastián: qué, qué tiene que ver eso?
Carina: como que tiene que ver…todo Sebastián todo! Nos acostamos…tuvimos sexo, entendés lo que es eso? (dijo alzando un poco la voz)
Sebastián: ahh era eso, o sea que te arrepentiste (mirándola a los ojos) pensé que querías…pensé que había sido una elección de los dos Carina (dijo bastante confundido)
Carina: no Sebastián no, yo estaba tomada…no sabía lo que hacía, no tenía noción de lo que podía pasar después, no lo entendés? Nosotros somos amigos Sebastián! No podemos…(gritando impotente)
Sebastián: tranquilizate, yo…está bien, sé que somos amigos, eso lo sé perfectamente, y fue lo que al principio me impedía acercarme a vos como otra cosa, pero no pude entendés…no pude, yo…(iba a confesarle lo que realmente sentía pero ella se lo impidió interrumpiéndolo)
Carina: basta por favor no digas nada…te lo suplico, yo…no sé como pudo pasar lo que pasó entre nosotros, se que gran parte fue mi culpa, yo ocasioné todo esto, yo…yo te provoqué, lo sé, y me da vergüenza mirarte a los ojos en este momento (dijo mientras una lágrima rodaba por su mejilla)
Sebastián: (no pudo evitar acercarse a ella y secarle aquella lágrima que resbalaba por su piel) no digas eso…no fue tu culpa, fue la mía, yo…no debería haberme quedado, me debería haber ido a penas te di el café pero no pude controlarme, perdoname…no supe darme cuenta en el estado que estabas (dijo sintiéndose culpable)
Carina: ya está, lo que hicimos ya no tiene vuelta atrás, solo…no quiero que vuelva a pasar, no puede volver a pasar entendés? Yo…(suspirando) yo te quiero Sebas…te quiero muchísimo, y…adoro ser tu amiga, juntos nos entendemos, nos llevamos de 10, nos escuchamos, nos comprendemos, pero…no puede volver a pasar lo que pasó entre nosotros, simplemente…no puedo (dijo agachando la mirada)
Sebastián: (en ese momento la esperanza de volver a poder estar con ella como la noche anterior se hizo trizas por completo) pero…no podés decirme eso después de lo que pasó anoche Carina, yo…se que somos muy buenos amigos, y no te pido que perdamos eso que tenemos pero…me gustaría estar con vos, yo…en esa cama descubrí que te deseo más que a una simple amiga, que me gustas…y mucho (dijo siendo totalmente sincero, y acercándose a ella)
Carina: no hagas esto…por favor, sabés que no está bien, nosotros…tenemos un trabajo, un contrato que cumplir, y por si fuera poco…vos estás casado Sebastián, te das cuenta lo que hicimos? El quilombo que se armaría si alguien llegara a enterarse de esto? (dijo reclamándole)
Sebastián: me importa un carajo todo lo que me acabás de nombrar, yo solo quiero tenerte…aunque sea de vez en cuando (dijo con total sinceridad)
Carina: basta, por favor…a vos quizás te importe un carajo, pero a mi me importa mi hijo…y no voy a destruír su vida por una simple calentura, asi que ya está…dejemos lo que pasó entre esas sábanas y hagamos de cuenta que nada pasó si? el lunes tenemos que ir a Pampa y nos vamos a ver como el resto del año, vamos a actuar con total normalidad, vamos a seguir siendo amigos como hasta ayer y…nada, está bien? Por favor…(dijo suplicante)
Sebastián: y vos como te pensás que voy a poder simular que no pasó nada? Como crees que voy a hacer para volver a mi casa, mirarla a Ivanna a los ojos y decirle que la amo, besarla…después de que te besé a vos? no me pidas eso Carina, por dios (dijo conteniéndose)
Carina: lo vas a poder hacer…así como voy a poder yo también, por favor…no me la hagas más difícil, cortemos con esto por lo sano, yo…no quiero complicaciones ni en mi vida ni en mi trabajo, te lo pido Sebastián…no arruinemos la amistad que nos une (poniendo una de esas caritas que hacían que él se derritiera con tan solo mirarla)
Sebastián: Carina yo…(interrumpe)
Carina: basta, no quiero seguir escuchando más nada, ahora necesito que te vayas…por favor (evitando mirarlo)
Sebastián: pero…(interrumpe)
Carina: por favor andate! (alzando la voz)
Sebastián: está bien…(dijo sin mas remedio, fue hasta la habitación, se vistió rápidamente y volvió al living) me voy…aunque me voy sabiendo que vas a cambiar de idea (dijo sonriéndole)
Carina: (solo lo miró…esperando a que se fuera, cuando eso pasó suspiró tratando de descargarse de todo lo que había pasado, y no pudo evitar que las lágrimas comenzaran a rodar por sus mejillas)



¿Qué hará Carina después de haberse acostado con su mejor amigo? ¿Podrá negarse a sí misma lo que sintió la noche anterior en aquella cama con Sebastián? ¿O se dejará llevar por la fuerza de su intuición y sus impulsos?





CONTINUARÁ…

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